20 marzo 2009

Recorte drástico en los planes de vivienda

Este año, el Instituto de Vivienda de la Ciudad tendrá un presupuesto apenas superior al que se destina al pago de sueldos. El recorte afectará a casi todas las obras en marcha. También reducen un 50 por ciento los fondos de la Corporación del Sur.

El gobierno de Mauricio Macri redujo drásticamente el presupuesto del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), que hizo caer de más de 500 millones a menos de 120 millones de pesos –según revelaron a este diario integrantes de la Comisión de Vivienda de la Legislatura–; como 80 millones se destinan a sueldos y 20 a gastos de funcionamiento del IVC, prácticamente todas las operaciones del organismo quedan desfinanciadas y su actividad queda limitada a sostenerse a sí mismo. El bajón presupuestario implicaría, entre otros cortes: la suspensión de obras comprometidas en Barrio Piedrabuena, en Villa Lugano; la no efectivización de créditos previstos, la no regularización de títulos de propiedad de viviendas ya otorgadas y la interrupción de obras ya iniciadas por cooperativas. Además, los fondos de la Corporación del Sur –que tiene a su cargo la urbanización de villas y la finalización del hospital de Lugano– serían reducidos en un 50 por ciento. El presidente de la Comisión de Vivienda de la Legislatura anunció un pedido de informes a Roberto Apelbaum, titular del IVC.

El presupuesto del IVC, tal como había sido aprobado por la Legislatura porteña, era de 519 millones de pesos. Según revelaron integrantes de la Comisión de Vivienda, el gobierno de la ciudad ha dispuesto una reducción de entre 411 y 407 millones de pesos. La medida se adoptó en virtud de una ley –renovada cada año desde la gestión de Aníbal Ibarra– que permite al Ejecutivo redistribuir hasta un 5 por ciento del presupuesto total de la ciudad. La reducción “equivale a interrumpir todas las operatorias que llevaba el IVC –afirmó Facundo Di Filippo (Coalición Cívica), presidente de la Comisión de Vivienda de la Legislatura–: los sueldos del personal del Instituto requieren casi 80 millones, lo cual deja menos de 30 millones para gastos de funcionamiento y operatoria”.

Según Di Filippo, el recorte implicará “la suspensión de los trabajos de instalación de gas que se habían iniciado para 1500 familias en Barrio Piedrabuena. En rigor, todas las operatorias del IVC se detendrán, lo cual responde a una decisión deliberada de suprimir toda política habitacional. Además, bajará en un 50 por ciento la partida presupuestaria de la Corporación del Sur, que tenía a su cargo la urbanización de villas”.

Marcelo Meis (Convergencia Federal), quien también integra la Comisión de Vivienda, advirtió que “ahora no podrán realizarse distintos programas del IVC”, como “la regularización de muchos propietarios que, en complejos habitacionales construidos por el Instituto, carecen de escrituras de dominio; además, “no se efectivizarán créditos ya asignados a cooperativas, con proyectos aprobados que no podrán iniciarse y obras ya avanzadas que no finalizarán”; además, “no se concretarán créditos personales de emergencia establecidos por la Ley 341 de políticas de vivienda”. El diputado señaló que “antes, los programas del IVC se basaban en las cooperativas y la autoconstrucción; el gobierno de Macri dice que prefiere otorgar créditos para vivienda, pero tampoco lo hace”. Según observó Meis, “carece de sentido que una estructura tan grande como el IVC no tenga siquiera un solo programa habitacional”.

Juan Cabandié (Frente para la Victoria), de la misma comisión legislativa, agregó que “con la reducción de presupuesto, el IVC queda reducido a una estructura que se alimenta a sí misma”. El legislador sostuvo que “el problema habitacional es de los mayores de esta gestión: el gobierno de la ciudad propicia el desalojo de toda la traza de la ex Autopista 3 y, al iniciar el actual período de sesiones, Macri anunció que ‘continuará la urbanización de las villas’, pero no urbanizó ninguna. No construyó una sola vivienda”.

Por su parte, Enzo Pagani (PRO), quien también integra la Comisión de Vivienda, dijo: “No tengo información precisa con respecto a la reducción de presupuesto en el IVC; ciertamente, la situación de crisis obligará a reasignar partidas en distintas áreas; hay obras previstas que no podrán realizarse pero, en cuanto a vivienda, no puedo especificar cuáles sufrirán la reducción, ni su monto total”.

Ayer, este diario intentó en vano obtener respuesta de las autoridades del Instituto de la Vivienda con respecto a la reducción de su presupuesto. Uno de los directores, Claudio Niño, presentó hace dos días su renuncia, que fuentes de la Legislatura vincularon con el recorte presupuestario. Pero Niño, consultado por Página/12, contestó que “mi renuncia se debe a motivos absolutamente personales”, y declinó referirse a la reducción presupuestaria.

“Intereses inmobiliarios”

Para Néstor Jeifetz, titular del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI), la caída en el presupuesto del IVC remite a que “tanto para la ciudad como para el Estado nacional, la política de vivienda está determinada por intereses inmobiliarios: el año pasado, un grupo de gente sin vivienda tomó tierras administradas por el Onabe (Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado), que los desalojó, y esas tierras fueron regaladas a la Unión Industrial Argentina”.

Otro ejemplo: “Durante la crisis de 2001, el gobierno de la ciudad dispuso subsidios para familias que vivían en hoteles: ¿para las familias o para los dueños de los hoteles? El hecho fue que, cuando los propietarios de hoteles salieron de la crisis, muchos expulsaron a sus inquilinos para convertirse en ‘hostels’ para turistas. Por lo demás, los hoteles donde vive la gente que no puede alquilar un departamento no cumplen las normas de hotelería, y ‘¡Con chicos, no!’: discriminan a las familias con criaturas, en un nivel de exclusión brutal”.


Pagina 12 - sociedad - 20/03/09 (Por Pedro Lipcovich)

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